La Organización Mundial de la Salud (OMS) lamentó ayer el relajamiento que se observa entre la gente y algunos gobiernos en el cumplimiento de las medidas anticovid, pese al repunte de la pandemia.
La última semana fue la cuarta con el número más alto de infecciones confirmadas desde que empezó la pandemia, con 4,4 millones de casos reportados a nivel mundial en siete días, frente a medio millón hace un año.
Con respecto a la semana anterior, los casos de COVID-19 aumentaron un 9% y las muertes un 5%, según las cifras que maneja la Organización.
“En algunos países, a pesar de que la transmisión (del virus) continúa, los restaurantes y espacios nocturnos están llenos, los mercados están repletos y poca gente toma precauciones”, criticó ayer el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Asimismo, dijo que es equivocada la actitud de algunas personas jóvenes que piensan que no pasa nada si contraen el coronavirus, y les recordó que no están ante una simple gripe, sino ante una enfermedad que ha matado a gente joven y saludable, y que ha dejado secuelas graves en muchos.
Después de que las curvas de infecciones y decesos por COVID-19 bajaran por seis semanas consecutivas en enero y febrero pasados, la OMS acaba de reportar la séptima semana consecutiva de aumento de casos y la cuarta en término de muertes.
Esto está ocurriendo mientras se han administrado hasta el momento 780 millones de dosis de vacunas, aunque con una enorme disparidad entre países ricos y pobres.
“Esta pandemia está lejos de terminar”, advirtió Tedros. No obstante, agregó que el declive de la pandemia que se observó en los dos primeros meses del año alienta a cierto optimismo porque “muestra que el virus y sus variantes pueden atajarse” con las medidas de salud pública adecuadas.
“Estamos en un punto crítico. La trayectoria de la pandemia está subiendo exponencialmente y ésta no es la situación en la que deberíamos estar en el décimo sexto mes de la pandemia y contando con medidas de prevención que han probado que funcionan”, comentó la jefa de la célula técnica anticovid de la OMS, María von Kerkhove.
De otro lado, la eficacia de las vacunas contra la COVID-19 es en general mayor cuando se trata de prevenir casos severos o graves, dijo ayer la directora del Departamento de Inmunizaciones de la OMS, Kate O’Brien.
“Los resultados de cada una de las vacunas han mostrado que hay mucha más eficacia cuando la enfermedad es más grave. Todas las vacunas han tenido una eficacia muy alta en cuanto a (evitar) hospitalizaciones y casos graves”, dijo en una rueda de prensa.
Estos comentarios estuvieron relacionados con informaciones recientes que indican que las vacunas que se han desarrollado en China no tendrían una eficacia tan alta como se esperaba, en particular si se las compara con las vacunas que utilizan la tecnología ARN mensajero (Pfizer/BioNTech y Moderna).
Según han recogido los medios, un alto responsable del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de China habría señalado en una conferencia que se estaría evaluando combinar las vacunas chinas con otras, entre la primera y segunda dosis, para aumentar la protección que se obtiene.
O’Brien consideró que “lo que es realmente importante es que todas las vacunas (que se utilizan actualmente) han superado el límite de lo que la OMS estableció como los criterios mínimos para su uso y para controlar la pandemia”.
Vía: vanguardia
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